Canadá necesitará más de un millón de artistas gráficos tras la pandemia. La pandemia Covid-19 ha reducido considerablemente la posibilidad de viajar internacionalmente, a la conocida burocracia tradicional se suman las medidas sanitarias. Canadá es uno de los países afectados por estas recesiones, sin embargo, algunas de sus industrias, como los efectos visuales y los videojuegos, dependen en gran medida de la mano de obra extranjera, particularmente europea.
Le Devoir señaló hace unos días que la población canadiense se estancó en el tercer trimestre, precisamente debido al colapso de la inmigración, nada menos que un 60 por ciento menos para el tercer trimestre de 2020 en comparación con 2019. Nunca se había visto antes. Quebec incluso experimentó una caída del 71 por ciento en el segundo trimestre, el tercero fue menos sombrío, con sólo un 37 por ciento de caída.
Como explica el mismo artículo en Le Devoir, esta caída de la inmigración por sí sola podría tener un impacto significativo en la economía canadiense, ya que el crecimiento de la población es una de las claves de la salud económica del país.
Ante esta situación, el gobierno canadiense parece ansioso por abrir las puertas, para ello ha elaborado un plan que ha presentado a finales de octubre, donde se exigía un objetivo de 1,2 millones de nuevos residentes permanentes para los próximos tres años, incluidos más de 400.000 para el próximo 2021.
Por supuesto, la duración de la pandemia sigue siendo un hecho impredecible, ya que persisten las incertidumbres, como la eficacia de las campañas de vacunación, llegada de variantes del virus, etc. Así que tampoco hay forma de predecir si el plan elaborado por el gobierno llegará a buen puerto o no, pero lo que está claro es la voluntad de abrir las puertas debido a sus propias necesidades de mano de obra.
Si Canadá logra aumentar su inmigración, es lógico pensar que la industria de la imagen se beneficiará, y que habrá muchos puestos disponibles para aquellos artistas que estén dispuesto a cambiar de país.
Por el contrario, si los frenos se mantienen, está claro que lo mayores beneficiados de esta necesidad laboral van a ser los estudios y los freelancer.
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