Fue una noche memorable, uno de los momentos más felices de mi vida. A continuación os hago una crónica de lo que viví:
Hace dos meses me llegaron noticias sobre el i festival soncinemad (festival de música de cine de Madrid), este año contaban con invitados de lujo como trevor Jones, criestopher young, Gabriel yared y Alan silvestri entre otros. Además, se iban a celebrar dos conciertos: uno el día 29 de junio con young y yared, y otro sinfónico de Alan silvestri el sábado 30 de junio.
Sólo podía asistir al concierto del sábado, de manera que, me hice por internet con dos entradas (fui con mi hermano). Tras ir tachando del calendario días y más días, por fin llegó el día 30.
El concierto empezaba a las 21:00 pero nosotros fuimos con tiempo para recoger las entradas y llegamos a las 18:30. Y allí tenían un sobre con mi nombre y con dos entradas dentro: todo iba bien.
Como nos sobraba tiempo bajamos al museo reina Sofía, que está a 8 minutos. Fue grata la sorpresa el ver que los sábados por la tarde la entrada es gratuita. Aquí nos pasó una anécdota:
Pasamos por una entrada destinada a grupos sin mayor problema, subimos a la segunda planta para ver el Guernica y en una sala previa, sobre una mesa, había una bolsa de plástico de estas del super y le pregunté a mi hermano: ¿eso también es arte? De no sé dónde se presentó una vigilante y nos contesta: no, ese es mi almuerzo. Y ahora los tickets. Le dijimos que nos habían dejado pasar porque era gratuito y nos dijo que sí, pero que teníamos que entrar con tickets igualmente. Así que nos dimos la vuelta y volvimos a la entrada pensando que nos estaba vacilando. Efectivamente, teníamos que coger dos entradas.
El tiempo se nos pasó volando y a las 20:30 estábamos otra vez en la entrada del monumental de Madrid. Había ya mucha gente, entre los que destacaban trevor Jones, Gabriel yared y criestopher young, que estaban firmando autógrafos y posando con los fans.
Y por fin, a las 20:50, estábamos en nuestras butacas, a cincopregunta del escenario.
Fueron entrando los músicos, engalanados para la ocasión. Se sentaron y empezaron a afinar los instrumentos. También entró el coro de rtve, que se situó al fondo del escenario. En total había unos 60 músicos y 50 voces. La sala estaba abarrotada, no se veía ni un asiento libre, se fueron apagando las luces menos las del escenario y se hizo el silencio. Y con paso decidido apareció el compositor norteamericano, entre aplausos de todos los que estábamos allí. Y dio comienzo los 120 minutos de música inolvidable:
Lo primero que tocaron fue una suite de regreso al futuro, con fragmentos de las tres películas. Soberbio. Los aplausos fueron muy efusivos.
Después interpretaron solo tontos se enamoran donde brillaron los violines.
Un ratón duro de roer fue la tercera pieza, divertida.
Silvestri estaba colorado por el calor: cada vez que terminaba una pieza se abanicaba con la mano. Los aplausos se sucedían y el compositor saludaba y ¡posaba para las fotografías. Los músicos sonreían y la gente le jaleaba.
Y llegó juez Dredd. Eso fue demasiado. Empezó suave, con las 50 voces de fondo. Fueron interpretando distintas partes de la partitura, pero faltaba el tema principal, una marcha soberbia que no llegaba. Algunos nos preguntamos si la habrían dejado fuera, pero no: las voces se elevaron, los instrumentos de viento cobraron fuerza y la percusión marco un ritmo militar. Fue sencillamente increíble. Cuando terminó, la gente se levantó de sus asientos aplaudiendo a rabiar y lanzando salvas. Los músicos estaban algo cansados y silvestri estaba empapado de sudor.
Luego vino una suave suite de contact y otra de rápida y mortal, esta última más movida y con un marcado sonido far est con guitarra y castañuelas.
Y para cerrar la primera parte, el padre de la novia. Otra pieza romántica con protagonismo de los instrumentos de viento.
Llegaba un merecido descanso para músicos y coristas. La gente tarareaba fragmentos y se formaban corrillos. Tras apenas 20 minutos de descanso volvieron a entrar los músicos, el coro y silvestri.
Y la primera pieza volvió a llenar de aplausos el teatro: el regreso de la momia. La percusión con aire árabe, los coros maravilloso.
Noche en el museo fue una pieza entretenida y posteriormente naufrago supuso un poco de calma.
Espero que os guste la navidad, nos dijo silvestri antes de empezar con the Polar express. Los coros y las campanillas marcaron una suite navideña.
Y llegó el gran momento de la noche: Forrest Gump. Una suite de unos 15 minutos, con unos solos de piano que ponían los pelos de punta. Fue el gran estallido del teatro. La gente, puesta en pie, aplaudía a rabiar y vitoreaba al compositor que, en ese ambiente de euforia hacía gestos con el brazo a lo Rafa Nadal con el toma, toma, señalando a algunos grupos y saludando al público. Fueron tres o cuatro minutos delirantes.
Y la última interpretación fue beowulf, en primicia. Una suite para una historia épica que me recordó algo al señor de los anillos.
El público, puesto en pie de nuevo, se deshizo en aplausos para despedir al compositor y a la orquesta, coreando su nombre y gritando bravo. Fueron más de 5 minutos ininterrumpidos, entre los que silvestri tuvo que salir hasta en tres ocasiones para saludar. En la tercera ocasión, salió con la chaqueta en un brazo y nos dirigió unas palabras de agradecimiento.
Este ha sido mi primer concierto, y seguro que repetiré la experiencia.
Siguiente cita en el calendario: 19 de Julio en la ciudad de Úbeda: David Arnold, trevor Jones, Bruce broughton, rok baños.
