Creo que hay un error de partida en esta sentencia, y es que ninguna escuela, pública o privada, te va a formar como profesional, porque para poder tener esa categoría yo asumo que uno necesita experiencia laboral
eal. En una escuela puedes trabajar en grupo de manera similar a cómo se trabaja ahí fuera(o no), pero siempre es un entorno protegido (con sus cosas buenas y sus cosas malas).
Es un tema complicado, porque no hay constantes a las que agarrarse: tienes desde gente que se deja millones de las antiguas pesetas (así suena a más dinero) en sus estudios, y lo máximo que consigue es un puesto de 400 euros al mes de prácticas una vez, y otra, y otra. Y tienes otros que son autodidactas que están pagando las facturas trabajando en lo que les gusta. Entre esos dos extremos puede pasar cualquier cosa, y por muchas garantías que una escuela te dé y muchos casos de éxitoque te presenten, al final la responsabilidad de dónde se llega es, en mi opinión, únicamente del alumno.
Siempre hay ofertas para gente sin experiencia en producción, tanto en España como fuera, pero tienes que tener en cuenta que un curso así es una puerta de entrada al mundillo, y que únicamente con esos conocimientos va a ser difícil conseguir un puesto. Puede que en tu clase hayan 20 personas, y que en un año hayan dos promociones, y que hayan 20 escuelas en España qué oferten cursos similares. Son números arbitrarios, pero uno tiene que preguntarse si realmente hay demanda para tanto estudiante reciente. Dicho esto, lo que realmente marca la diferencia es el tiempo que tú añades a ese curso al margen de lo que te pidan en clase, y lo que puedas complementar estudiando tú por tu cuenta. En esto el 3D, en cualquiera de sus campos, no difiere de cualquier otra disciplina (música, por ejemplo). Así que más que elegir entre público o privado, lo que tendrías que evaluar es cuánto tiempo vas a poder dedicarle fuera de clase. No te bases en lo que te voy a contar, pero es un ejemplo:
Yo quería estudiar animación, y me gustaba una escuela de Barcelona, que costaba 50.000 pesetas al mes en un curso de 2 años. Era el año 2000 y yo tenía 18 años. Calculé lo que me costaría mudarme a Barcelona (vivía con mis padres en Castellón), y para poder mantenerme allí no tenía más opción que buscar un trabajo a media jornada. Las clases duraban 3 horas al día, y de lunes a viernes, si mal no recuerdo. Después de evaluarlo, decidí que no me compensaba ni el jaleo ni el coste, en dinero y en tiempo, de hacer ese curso, porque durante las horas en las que el resto de los alumnos podía usar los talleres para sus trabajos yo tendría que estar sirviendo mesas para poderme mantener allí. Así que me matriculé en BA, en Valencia, y durante varios años falté a muchas clases, pero me pasé ese tiempo en mi casa haciendo mis cosas en 3D por mi cuenta, y trabajando los fines de semana de camarero, reponedor y lo que fuera surgiendo. Saca las conclusiones que quieras, pero estudiar algo más barato y más prolongado en el tiempo me quitó cierta presióny creo que pude disfrutar más que si hubiera estado en Barcelona.
No te digo que te matricules en BA, pero a lo mejor hay algún Grado que se parece a lo que quieres hacer y que te ponga en menos apuros para poder pagarlo. O incluso, si tienes mucha fuerza de voluntad, puedes optar por estudiar desde casa por tu cuenta durante unos meses y ver dónde te coloca eso. Yo es lo que suelo recomendar a la gente que empieza: que antes de hacer un desembolso grande ante algo que cree que le gusta, que lo pruebe primero a ver si es lo que se espera.
—- NoTA Importante –.
Después de esta parrafada me he releído tu mensaje original, y hablas de una carrera de Desarrollo y Diseño de Videojuegos. Aunque existen algunas diferencias, creo que lo te he contado arriba se puede aplicar también a ese campo.
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Sobre los casos de éxito, es posible que una escuela omita, intencionadamente o no, ciertos datos que, de conocerse, podrían sembrar dudas ante los potenciales alumnos. Hace un par de días miraba unos videos de una escuela privada española, en donde los alumnos hablan maravillas de ella mientras se muestran trabajos de los alumnos. No pongo en duda qué su experiencia fuera tan maravillosa como cuentan, pero uno se pregunta hasta qué punto es responsable el centro y sus clases de las mejoras en la obra del alumno. Así que como eso es muy difícil de cuantificar, creo que lo mejor es mantenerse escéptico, visitar los centros que te interesen y ver qué sensación te dan.
Y, en última instancia, poner todo esto en una balanza y tirar hacia donde más te convenga.
Suerte.