Hombre, también todos conocemos casos de aviones comerciales que se chocan con rascacielos, y todos los días miles de aviones surcan los cielos planetarios así que a pesar de que todos conozcamos casos chungos conozco muchísimos más de gente que disfruta lo que hace y que encima tiene un sueldo más que decente. Somos unos afortunados por hacer lo que nos gusta.
Sobre si es chachi o no, todo el mundo que empieza tiene ilusión, claro, y se conserva cierta cantidad de ella a lo largo de los años. Pero según las circunstancias a veces uno está más motivado o menos. Pero es que yo insisto: ocurre lo mismo en este campo que en cualquier otro. Y el cómo llevar la motivación diaria es muy personal: hay gente que aguanta chaparrones sin decir ni mú, y gente que a la mínima ya se está quejando. O sea, hay de todo, como en todas partes.
Plantéate lo siguiente: tú tocas la batería, y tu sueño es tocar en un grupo muy conocido y girar con ellos alrededor del mundo. Para ti, eso es lo más de lo más. Te apuntas al conservatorio, haces cursos, ves vídeos, prácticas en casa todos los días y a todas horas. Te conviertes en un buen batería. Y ahora, te presento dos situaciones distintas:
-En la primera, tú vives en un pueblo pequeño, no hay mucha gente a la que le guste la misma música que a ti, así que, te cuesta más seguir avanzando. Porque claro, tú solo vas tirando, pero tú lo que quieres es tocar con gente. Y si no te cambias a una ciudad más grande, pues lo vas a tener complicado. Así que te mudas. Y encuentras un grupo. Y poco a poco te vas haciendo conocido, y al cabo de los años, pues con suerte y con trabajo resulta que los de ese grupo con el que sueñas te conocen, conocen lo que haces, y te piden unirte a ellos. Toma ya.
En la segunda, en lugar de vivir en un pequeño pueblo vives en la gran ciudad. De nuevo, empiezas a tocar la batería, aprendes, te unes a un grupo, y que hola que el grupo de tus sueños tiene el local de ensayo justo justo al lado del vuestro, y un día os escuchan, y te dicen que te quieren para tocar con ellos. Toma ya.
Con esta bonita parábola, lo que quiero ilustrar es que, a pesar de que el principio y el final sea el mismo, las circunstancias pueden influir muchísimo en el recorrido de uno a otro. De hecho, influyen también en el resultado final, no sólo en ese recorrido. Por ponerte un ejemplo más cercano a lo nuestro, un estadounidense con poca experiencia tendrá más posibilidades de trabajar en un estudio grande de allí que una persona con más experiencia, pero sin ese visado de trabajo (es decir, un europeo). Pero en última instancia dependerá de las necesidades de ese estudio: si un tío muy bueno manda el currículum a una empresa que en ese momento no necesita a nadie, no le darán ningún puesto.
Así que de lo que se trata es de que trabajes duro para que cuando salga una oportunidad tú seas la primera persona en la que piensen, como bien apunta Fiz.