Por experiencia, puedo contarte un par de cosas que tal vez puedan serte útiles:
– El título: como bien apuntas, un título relacionado con artes visuales(suena un poco ñoño, pero espero que se entienda) es completamente irrelevante. Tu portafolio y/o tu experiencia y/o los comentarios de gente que ha trabajado contigo serán los que te abrirán o cerrarán puertas. Un diploma colgado en tu despacho siempre luce bien, pero no lo va a ver nadie más que tú. Pero si aun así quieres uno, échale un vistazo a esto.
– Bellas Artes: yo estudié Bellas Artes. Empecé en el 2000, y lo dejé en 2006, sin terminar. La opinión que tengo de la carrera ahora no es la misma qué tenía cuando estudiaba. Hace 15 años, sí lo consideraba una pérdida de tiempo. Pasarme horas haciendo ejercicios estúpidos en barro, o dibujar manos y pies una y otra vez, o pintar bodegones. ¿Qué tiene que ver con el 3D o con los efectos especiales o con la animación? Pues.
TODO
A mí me preocupaba mucho, como a ti, el hecho de estar perdiendo el tiempo. Porque yo pensaba qué me iban a enseñar a dibujar (a dibujar bien, porque yo ya hacía mis cosas), a pintar, a esculpir. Pero un par de profesores me dijeron que ellos no me iban a enseñar nada de eso, sino que yo iba a aprender a base de trabajo y trabajo y más trabajo. Y sí, aprendí como imprimar un lienzo de tres maneras diferentes, aprendí a soldar metal, trabajé mucho con Premiere, me dejé una pasta en óleos que nunca usé. Pero lo que creo que realmente valió la pena fue que toda esa experiencia me ayudó a desarrollar una actitud y una manera de atacar un problema que, si no hubiera pasado por ahí, no sería igual. Para mí la clave fue compartir con los demás lo que hacía en mí tiempo libre. A mí me gustaba el 3D, así que, muchos días me quedaba en mi casa haciendo mis cosas en lugar de ir a clase. Y como los compañeros sabían que el 3D era un tema qué me interesaba, me preguntaban, charlábamos sobre el tema, y como a ellos les atraía otra cosa (fotografía, diseño de automóviles, grabado, retrato, acuarela, modelismo), pues aprendíamos todos un poco de todo, lo suficiente para satisfacer la curiosidad y para seguir trabajando cada uno en lo suyo.
Tal vez lo estoy edulcorando demasiado, o tal vez no. Pero sí te puedo decir que aquellos que tenían una afición clara, a la qué dedicaban horas y horas después de clase, y en donde volcaban todo lo que aprendían, han acabado viviendo de lo que les gusta. Te puedo citar un par de ejemplos de gente que estudió conmigo y que se dedica a este campo: José María Lázaro, que trabaja de modelador y, entre otros, colaboró en Wrath of Titansy Gravity, Salva Espín, que dibuja para Marvel, o Luis y Carlos NCT, dos hermanos que colaboran regularmente con varios estudios como ilustradores y concept artists.
Si la animación te llama realmente la atención, es posible que en tu facultad haya alguna asignatura (en la mía, Valencia, habían tres o cuatro por aquel entonces). También tienes la opción de formarte en un Master al finalizar la carrera (de nuevo, en la Facultad de Bellas Artes en Valencia hay uno que es muy potable). Y, obviamente, también puedes empezar a mirarte cosas por tu cuenta a base de libros, videos y trabajar, trabajar y trabajar. Si la facultad te deja poco tiempo, a lo mejor puedes convencer a algún profesor para qué te deje usar la animación como medio para presentar un trabajo. En mis tiempos había gente que lo hacía.
Con todo esto no te estoy diciendo que lo mejor es seguir con la carrera, sino que sólo intento hacerte ver que, a lo mejor, no es una pérdida de tiempo
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