Son películas muy curradas, pero llevamos más de una década tragando lo mismo y ya cansa.
Es que para los productores y ejecutivos de Hollywood las películas basadas en los héroes de DC cómics o Marvel son una apuesta segura, porque esos personajes son conocidos en todo el mundo, lo que garantiza una audiencia masiva, y supongo que, el estudio de cine recibe un buen porcentaje de la recaudación que generen el merchandising y otros productos asociados a la película: muñecos, videojuegos, etc.
Un género que siempre me gustó y que no ha dado ninguna película digna en los últimos años es el judicial: me refiero a películas tipo el jurado o erin brockovich, en las que el antagonista es una corporación o un lobby muy poderoso, o una de perry mason o del tipo 12 hombres en pugna en la que haya que demostrar la inocencia de un pobre infeliz que tenía motivos, la opurtunidad y los medios para cargarse a la víctima y al que indicios y evidencias circunstanciales señalan como culpable.
Pero este género exige un guión sólido y diálogos ingeniosos, con un buen manejo de la retórica y la ironía, especialmente en los personajes del abogado defensor y el fiscal o el abogado que defiende los intereses de la corporación o lobby, que hará uso de todo tipo de falacias y sofismas con el objeto de confundir a los testigos y clientes del abogado defensor. Todo esto exige buenos guionistas, que los hay, pero últimamente están peleados con la industria.