Guía para autónomos

(fuente). No dejes tu actual trabajo hasta que tengas un colchón. En la cuenta de ahorro debes contar con dinero para mantenerte al menos seis meses, aunque no consiguieses ningún cliente.

Cuando salgan clientes y cobres tus trabajos, ve reponiendo ese colchón. Siempre para cubrir un mínimo de seis meses. No hay máximo, eso depende de lo ahorrativo que seas.
Ábrete una cuenta para la actividad profesional y cobra en ella los proyectos que hagas. Una vez al mes, hazte una transferencia a tu cuenta personal por la cantidad que decidas que va a ser tu sueldo. La cuenta profesional es eso: profesional. Destruye la tarjeta del cajero asociada a esa cuenta. De ella sacas para gastos de material, pagos a proveedores, tu sueldo, etc. La contabilidad te será mucho más sencilla y alejaras un poco la tentación de comprar esa tele plana tan chula que viste en el Carrefour al tener el dinero fresco del pago de un siente.

Si puedes, destina una habitación de la casa al trabajo. Es tu oficina, y como tal, tiene un horario. Cuando acabe la jornada, cierra la puerta (físicamente) y no entres hasta el día siguiente. Si quieres hacer cosas de ocio en el ordenador, utiliza otro, en otro lugar de la casa. Si físicamente es imposible, sustituye las barreras físicas que te digo por otras mentales: disciplina para tener un horario humano, no de autónomo.

No uses tarjetas de crédito. Cuando uno está canino, es fácil razonar que puedes tirar de tarjeta y saldar las deudas cuando salga ese proyecto que está a punto. Los proyectos se caen, los clientes fallan, las fechas prometidas se aplazan. El banco no lo hace.

Para todos los proyectos que decidas asumir, haz una propuesta. Todo por escrito, con un desglose detallado de actividades, un calendario y un presupuesto. Cuando el posible cliente acepte la propuesta, la firmas tú y la firma él. Ese documento será la biblia del proyecto. Cuando salga un posyaque (pues ya que haces el login, podrías hacer.) le remites a la propuesta y le contestas con toda tranquilidad: me parece buena idea, mañana te envío el presupuesto adicional tengo que darle las gracias a mi amiga Elsa por este consejo. Vale un potos? (el consejo y ella).

No te indignes si el cliente trata de cambiar las especificaciones a mitad de proyecto. Aplica el punto anterior. Respecto a esto, asume que parte de tu trabajo será explicarle al cliente que necesita realmente. El resto del trabajo es proporcionarselo. A veces cuesta más esfuerzo lo primero que lo segundo.

Decide un precio por hora y presupuestopuesta en base a él. Sé honesto. A veces uno tiene la intuición de que un posible cliente está dispuesto a soltar un poco más. Esta bien. Sube un poco el presupuesto, pero ten en cuenta que en la biblia del proyecto tendrás que explicar por que pides la cantidad que pides.

Un cliente no te hace un favor por encargarte un proyecto. Un cliente no te hace un favor por encargarte un proyecto. Un cliente no te hace un favor por encargarte un proyecto. Repítelo hasta que se convierta en un mantra. Tú tampoco le haces ningún favor. Es una transacción comercial, sin más.

Las condiciones de un proyecto van por escrito. Ya sé que me repito, pero es que, todas las veces que lo diga son pocas. Los acuerdos verbales son muy buenos y muy válidos hasta que dejan de serlo.

Busca una buena gestoría que te lleve los papeles. Si eres tan despistado como yo, te ahorraras muchos dolores de cabeza.

Jamás bajes a saco tus tarifas en un intento de conseguir clientes, por muy flojo que esté el mercado. Acabaras liado con un proyecto que no quieres hacer, que da poco dinero y que se convertirá en una pesadilla. Para esas rachas está el colchón en la cuenta del banco (o el colchón en el living de tus padres, que también es una opción).

Factura una parte del proyecto por adelantado. De un 30% a un 40% y el resto a la entrega, después de que el cliente revise y compruebe que todo está en orden. Así evitaras esa situación de tú ponte con ello y ya lo vamos viendo.

Ten cuidado cuando trabajes para amigos. Deja muy, muy claro desde el principio que la relación personal es una cosa y la profesional es otra. Separalas con bisturí y no mezcles conversaciones. Si llamas por teléfono para discutir un plazo, no cuentes durante esa llamada la borrachera del sábado. Llámalo por la noche, cuando cierre la oficina y os reís a gusto.

Haz una vida lo más sana posible. Sal a la calle, toma el sol, come fruta y verdura, haz un poco de ejercicio, bien con la gente. Habla con la gente, repito. Es muy fácil acabar encerrado en la cueva y sobrevivir a base de latas de berberechos, con ojeras y la cara pálida y con dificultades para llevar una conversación que no incluya las siglas CS y/o xhtml. Acabarías charlando con tu Winamp (qué buena esa, dale caña.) y echando de menos los emoticonos del messenger en las conversaciones cara a cara.

No te dejes llevar por las Buzz words. Cuando un cliente te diga que quiere ajax, dile que tú eres más de don limpio.

Ver sobre el tema y comentarios en el foro