Lo del gato, eso mismo le dije a Ana, cuando me decía pero si ese gato está mal pintado. Pero bueno, es cuestión de ir ablandando miradas.
A mí Van Gogh me gusta mucho, esos trigales, con esas violentas pinceladas que hacían que pareciesen agitados por viento.
Lo comenté allí: cuando me aprietan en el trabajo y me estreso, hay muchos mediodías que compro un sanwich y me acerco a la tyssen (esta a 10 min de mi trabajo), y me quedo embobado mirando cuadros, hasta que se me pasan los malos s, recargo las pilas y vuelvo al tajo.
A mí me funciona.