La leche. Lo triste es que, algunas coñas no están mal, y la historia, bueno, la historia es como 200.000 más, pero bueno, cumple con su cometido de película para niños.
Si cambiasen cosas para que el tufo a Nemo no fuese tan evidente, todavía tendría un pase.
Pero como son listos y quieren rentabilizar vendiendo deuvedés en el Carrefour, ese tufo viene genial.
A falta de calidad, publicidad a costa de la calidad de otros.
Bussines are business.