Carbunco, me esfuerzo día a día por ser un poco más maloso, pero hay días en que me escapa la vena de buena persona, palabrita que me esfuerzo por controlarla.
Y de centauros del desierto no es una película racista. John Ford hace un retrato de una época, el final del siglo XIX en norte America, y para nuestros canones, eran racistas, había odio, los blancos odiaban a los indios y los indios odiaban a los blancos, se odiaban todos mutuamente, pero en cambio eran capaces de respetarse más con todo lo que se odiaban que hoy en día nosotros sin odiarnos. Por eso, digo y defiendo, no es una película ni de odio, ni racista, ni fascista ni nada de eso, hay mucho, muchísimo en esa cinta, desde que empieza hasta que acaba, la mejor definición es la de Pit. Una maravillosa película. Pero si vosotros la encontráis racista. Bueno, tal vez es una de esas cosas que hacen que sea más maravillosa todavía, el hecho que si es una cinta de la que se puede sacar mucho partido (y positivo), porque es buen cine y te invita a una reflexión (de una manera o de otra) y al igual que un buen libro, hay que saberlo leer, una buena película también.
Creo que en el libro el hombre en el castillo, hay una escena que lo describe perfectamente, un japonés invita a un blanco a cenar, y hablan sobre un libro norteamericano. El japonés cómo se considera alejado de la cultura norteamericana, le pide al blanco, que se lo explique, que se lo interprete. El blanco, le dice que no conoce el libro, pero que ha cada libro, cada uno debe sacarle su interpretación. Con las películas pasa igual. Creo yo, excepto aquellas que jamás debieron ser rodadas.
Pongo aquí tres ejemplos más de las que no se puede sacar nada de partido.
La comunidad del anillo.
Las dos torres.
El retorno del rey.
Ale, a ver quién se atreve a arrojar la primera piedra.
Y por mi parte, hasta mañana, que yo acabo ya de trabajar.