Gracias, ha sido divertido. Y agotador, que eran 5 horas seguidas largando, parando sólo un rato (y bendita agua de la fuente).
Y valió la pena, no sólo por haber vuelto a ver al patagónico y a Pau, y conocer a Marta, te perdiste el sábado noche, Pablo.
Y mañana por fin, a trabajar.